Salud mental: definición y características según la psicología
Es importante hablar de estos hechos, dado que los problemas de salud mental se encuentran altamente invisibilizados e incluso hoy en día muchos de ellos siguen conllevando un importante estigma social.
Asimismo, cabe señalar que, aunque la mayoría de personas podría llegar a identificar o definir al menos por encima lo que es un trastorno mental, curiosamente no ocurre lo mismo con el concepto aparentemente opuesto.
¿A qué llamamos exactamente salud mental?
Definición del concepto
El término de salud mental puede ser en apariencia sencillo, pero lo cierto es que en el fondo es un concepto altamente complejo para la cual no hay una única definición global.
Depende de quien la haga y desde la disciplina y perspectiva biológica y cultural desde la que se parta lo que se entiende como salud mental puede ser muy diferente.
De una manera general es posible definir la salud mental como el estado de bienestar subjetivo en el que la persona es capaz de hacer frente a las demandas psicosociales del día a día, es consciente de sus capacidades y puede gracias a ellas adaptarse e integrarse de manera efectiva en el mundo que le rodea.
Estaríamos ante un estado de equilibrio entre la persona y el mundo tanto cognitivo como emocional y como conductual, en el cual la primera se siente y es capaz de funcionar adecuadamente y puede no solo satisfacer sus necesidades sino sentirse bien y realizado.
Asimismo, se debe tener en cuenta de que la salud no es considerada como un objetivo, sino como algo que forma parte de nuestra vida diaria y que nos permite llevar a cabo nuestras aspiraciones.
Dentro del concepto de salud mental se incluye también la capacidad de realizar las conductas necesarias para mantener y promover la propia salud tanto física como mental.
Es importante tener en cuenta esta, ya que no es suficiente con no tener ningún tipo de patología para poder considerar estar sano.
No se trata pues de no tener enfermedades o trastornos físicos o mentales, sino también de gozar de un equilibrio biopsicosocial que nos permita mantenernos en buenas condiciones, ser capaces de adaptarnos al medio y disfrutar de nuestro día a día.
Dicho de otra manera, es necesario tener un buen estado de bienestar psicológico para poder considerar una buena salud mental.
Concepto y criticas
En el ámbito de la psicología, no todo el mundo considera útil el concepto de la salud mental. Esto ocurre sobre todo en el paradigma del análisis de la conducta, en el que se ve de un modo crítico la tendencia a ver los problemas psicológicos como problemas de salud.
Por ello, desde este punto de vista el objetivo de la psicología aplicada al bienestar no es tanto potenciar algo llamado salud mental, sino centrarse en las conductas inadecuadas en sí, y promover otras más adaptativas.
¿Qué implica?
Tal y como hemos visto esta implica un estado de bienestar, no solo a nivel físico también psicológico. En este sentido, entendemos como bienestar psicológico al conjunto de sensaciones positivas derivadas de un funcionamiento mental en el que prevalece la autorrealización y la capacidad para hacer frente o adaptarse a las situaciones y demandas ambientales.
La capacidad de influir en el entorno y la percepción de dicha facultad, la existencia de la misma para elegir de manera independiente y tomar las propias decisiones en función de las creencias, la posibilidad de crecer y desarrollarse personalmente de tal modo que podamos optimizarnos al máximo y por último la existencia de propósitos vitales o metas a conseguir.
A todo ello puede añadirse la existencia en el día a día de una elevada proporción de afecto positivo, satisfacción y sensación de coherencia, integración y aceptación social.
Además, también influye la percepción de ser útil y generar algo a la comunidad.
Deja una respuesta