La enfermedad en la pandemia
El Gobierno de Argentina decretó debido a la pandemia del coronavirus Covid-19 por el que se restringía, entre otros asuntos, la libertad de movimiento a más de 46 millones de personas.
Tal y como apuntaba el documento, sólo se podría salir a la calle en determinadas circunstancias y para llevar a cabo determinados actos como ir a trabajar, hacer la compra o cuidar de una persona dependiente, entre otros. Una situación que trastoca enormemente la rutina y la vida de toda la población, que se ha visto obligada a cambiar sus hábitos de un día para otro.
Por ello, el Consejo General de Enfermería ha lanzado una guía informativa para que los ciudadanos “no abandonen” los hábitos saludables que se llevaban antes de comenzar el aislamiento para hacer frente al coronavirus Covid-19.
Tenemos un papel primordial a la hora de dar educación para la salud a la población, entre otros muchos asuntos, la alimentación y el ejercicio son dos de las ramas más importantes para lograr una salud óptima y prevenir posibles enfermedades derivadas de una mala conducta.
En momentos como estos, en los que es más probable que surjan periodos de ansiedad o la pereza nos gane, es necesario que tengamos unas pautas establecidas como realizar las cinco comidas recomendadas al día para así evitar picoteos a destiempo o planificarnos determinados ejercicios para evitar el sedentarismo.
Bien es cierto que, si ya de antes se tenía una base saludable en lo que a alimentación y ejercicio se refiere, durante este encierro será mucho más fácil sobrellevar las posibles ansiedades.
De lo contrario, si no existía una rutina, este será un buen momento para pautarla y terminar el aislamiento con un buen aprendizaje en este aspecto.
Esta circunstancia no tiene por qué suponer un cambio en nuestra alimentación, pero hay mucha gente que no está acostumbrada a estar tantas horas en casa, además, ocurre que es una imposición y no una decisión.
Cuando algo así se hace porque se quiere no produce ansiedad, pero como es algo impuesto es cuando se nos rompe el hábito y cambiamos nuestra rutina.
Los enfermeros recomiendan hacer ejercicio dos veces al día
Por su parte, Nuestro hogar recomienda que, durante este periodo de tiempo, en vez de hacer una sola sesión de ejercicio, la partamos en dos, una por la mañana y otra por la tarde; por ejemplo, de 11:00 a 11:30 una vez y de 19:00 a 19:30, otra.
Si no se programa, no se va a hacer. Es fundamental combinar esto con la alimentación. No debemos descuidar la ingesta de proteínas porque son las que hacen que el músculo funcione.
Nuestra Residencia Geriátrica recomienda algunos ejercicios, pero resalta que esto no excluye a otros que se puedan llevar a cabo durante el confinamiento y que hayan sido previamente marcados en la rutina que cada uno puede hacerse. “La gente mayor debe combinar ejercicios isométricos con ejercicios de movilidad normal.
Ejercicios muy buenos son los que recomiendan en los aviones, estar sentado, levantar una pierna y bajarla; apretar los dos pies al suelo sin levantarse…
Otros movimientos pueden ser levantarse y sentarse en el sillón, que con eso se consigue hacer lumbar, abdominal, brazo, pierna…
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